Cuadro comparativo: Concepciones de la infancia.
| Concepción | Visión de la infancia | Autores representativos | Época |
|---|---|---|---|
| Concepción medieval | Los niños son seres inocentes e ignorantes que necesitan ser educados para ser buenos cristianos | San Agustín, Santo Tomás de Aquino | Edad Media |
| Concepción ilustrada | Los niños son seres racionales que deben ser educados para el progreso y la felicidad de la sociedad | Jean-Jacques Rousseau, Johann Heinrich Pestalozzi | Siglo XVIII |
| Concepción romántica | Los niños son seres inocentes y sensibles que deben ser protegidos de la influencia perjudicial de la sociedad | William Wordsworth, Friedrich Fröbel | Principios del siglo XIX |
| Concepción científica | Los niños son seres en constante desarrollo que deben ser estudiados y comprendidos mediante la observación y el método científico | Arnold Gesell, Jean Piaget | Siglo XX |
| Concepción contemporánea | Los niños son seres activos y participativos que tienen derecho a ser escuchados y a ser protagonistas de su propio desarrollo | Lev Vygotsky, Jerome Bruner | Siglo XXI |
Este cuadro comparativo muestra las diferentes concepciones de la infancia a lo largo de la historia y cómo han evolucionado con el tiempo. Cada una de estas concepciones tiene una visión distinta de la infancia y propone diferentes métodos de educación y crianza.
La concepción medieval, por ejemplo, consideraba a los niños como seres inocentes que necesitaban ser educados para ser buenos cristianos. En contraste, la concepción ilustrada veía a los niños como seres racionales que debían ser educados para el progreso y la felicidad de la sociedad.
La concepción romántica, por otro lado, veía a los niños como seres sensibles que debían ser protegidos de la influencia perjudicial de la sociedad. La concepción científica, en cambio, ve a los niños como seres en constante desarrollo que deben ser estudiados y comprendidos mediante la observación y el método científico.
Finalmente, la concepción contemporánea considera a los niños como seres activos y participativos que tienen derecho a ser escuchados y a ser protagonistas de su propio desarrollo.
En conclusión, este cuadro comparativo nos permite entender cómo ha evolucionado la concepción de la infancia a través del tiempo y cómo se han ido adaptando a los cambios sociales y culturales.
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