Cuadro comparativo de modelos criminológicos.

Este cuadro comparativo muestra las diferencias principales entre los cuatro modelos criminológicos más importantes: el clásico, el positivista, el neoclásico y el crítico. En el modelo clásico, el enfoque es legalista y se cree que el delito es causado por el libre albedrío y la elección racional del delincuente, por lo que el castigo debe ser proporcional al delito para prevenir futuros delitos. En el modelo positivista, el enfoque es científico y se considera que los factores biológicos, psicológicos y sociales influyen en el delito, por lo que el objetivo del castigo es la rehabilitación individual y el tratamiento del delincuente debe ser personalizado. El modelo neoclásico integra los enfoques clásico y positivista, y considera que el delincuente tiene libre albedrío pero también hay factores agravantes o atenuantes que deben ser considerados en el castigo. El objetivo del castigo es la prevención especial y el tratamiento del delincuente es individualizado. Finalmente, el modelo crítico tiene un enfoque político y sociológico, y considera que las desigualdades estructurales y el poder político y económico son las causas del delito. El objetivo del castigo es la transformación social y la justicia social, y el tratamiento del delincuente es multidisciplinario y orientado a la reintegración social.