Cuadro comparativo de Asertividad, Agresividad y Pasividad.

Este cuadro comparativo permite entender las principales diferencias entre la asertividad, agresividad y pasividad. La asertividad permite expresar sentimientos, pensamientos y opiniones de manera clara y directa sin agredir a los demás, mientras que la agresividad lo hace de manera ofensiva y violenta sin considerar los demás. Por otro lado, la pasividad implica evitar conflictos y no expresar los sentimientos, pensamientos y opiniones de manera directa o no expresarlos en absoluto.

En cuanto al comportamiento, la asertividad implica hablar en primera persona, ser firme y seguro, escuchar a los demás y respetar los límites de los demás. La agresividad, en cambio, implica hablar en segunda persona, ser violento y amenazante, no escuchar a los demás y no respetar los límites de los demás. Por último, la pasividad implica hablar en tercera persona, ser sumiso y pasivo, no expresar los sentimientos, pensamientos y opiniones y no respetar los propios límites.

Los efectos de cada comportamiento también son diferentes. La asertividad mejora la autoestima, fortalece las relaciones interpersonales y disminuye el estrés y la ansiedad. La agresividad genera conflictos, deteriora las relaciones interpersonales y aumenta el estrés y la ansiedad. La pasividad, por su parte, genera frustración, dificulta la resolución de conflictos y aumenta el estrés y la ansiedad.